Como un desahucio lento, legal y doloroso
amnistiada por fin, libre del todo.
Me levanté un día y vi otro rostro, una vida
que no era ya la mía. Ni siquiera escrita
en la lista de los desaparecidos. Poesía
perdida que la robó otro. Otro.
Decía, que tengas buenas pesadillas, puta
mientras daba la vuelta dentro de un pijama
roto y ensangrentado por sus propios arañazos.
Un papel y otro lo decían, y lo decía él,
y yo me lo creía.
Doce apóstoles. Doce
años de lágrimas y surcos
doce gotas de suero.
Nadie te creerá nunca, me decía.
No te dejo señales. No te pego.
No tienes pruebas. Necesito
escasamente dos minutos
para hacerte llorar. Y yo lloraba.
Consuelo García del Cid Guerra
"Al ladrón", 2005-2007
jueves, 6 de septiembre de 2007
Como un desahucio...
Parido por Mariela De Marchi Moyano a las 22:07
Tags: artículos en español, poesía
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